Establecer metas financieras claras es esencial para lograr estabilidad económica. Utilizando el enfoque SMART, los objetivos deben ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales. Clasificar metas y priorizar deseos permite un enfoque efectivo, acompañando cada paso con disciplina y herramientas digitales que faciliten el camino hacia el bienestar financiero.